Después de hojear una revista, ver un programa de televisión o echarle un ojo a las tendencias en su Instagram, el deseo por poseer el modelo de temporada se apodera de ellos. En su memoria se quedaron guardados los colores y las formas, que de manera inconsciente buscarán en su próxima visita al centro comercial. Ese es el efecto que desean provocar las firmas de fast fashion para posicionar sus prendas y hacer que el comprador regrese una y otra vez.
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