Mizuno se queda rezagado en la conquista por el mercado deportivo internacional. La compañía nipona finalizó su último ejercicio (concluido en marzo de 2017), con una facturación de 188.700 millones de yenes (1.663,4 millones de dólares), un 3,8% menos que el año anterior. El resultado neto del grupo, por su parte, se desplomó un 65,9%, hasta 700 millones de yenes (6,17 millones de dólares).
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