Las firmas de calzado que comercializan sus pares a través de internet con frecuencia se encuentran con el problema de un sistema de tallaje poco fiable y que no termina de ajustarse a la realidad morfológica de los clientes. Para superar la dificultad de no poder probarse los zapatos cuando se adquieren por internet, la marca Made in Me (web) recurrió al Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) para crear una herramienta que permitiera realizar una prueba de calce virtual del zapato.
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