Nike pasa a jugar a la ofensiva. La firma de indumentaria deportiva se anotó un incremento del 20% en el beneficio trimestral, hasta los 1.140 millones de dólares. Pero flojea del lado de las ventas, que crecieron un 5%, hasta los 8.430 millones. La compañía que dirige Mark Parker necesita más energía para poder aplacar a Adidas y Under Armour, que le comen terreno especialmente en Estados Unidos.
Las acciones de Nike cayeron más de un 6% tras conocerse el detalle del rendimiento de sus cuentas. Hace solo tres años, la multinacional de Beaverton (Oregón) prácticamente no tenía rival en el mercado norteamericano. Su dominio aplastante, sin embargo, empezó a mermar con una Under Armour con grandes ambiciones y que irrumpió en la NBA fichando a Stephen Curry, de los Warriors
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