Puede ser que el mundo de los wearables se nos esté yendo un poco de las manos, pero quizá tenga funciones mucho más útiles más allá de ir con un cacharro electrónico colgado de alguna parte de nuestro cuerpo. Esto es lo que han pensado en Hari Mari, una compañía norteamericana que ha decidido incorporar tecnología a sus chanclas para diferenciarse de la competencia y para conseguir obtener una mejor relación con el cliente una vez se ha hecho la venta.
Más información de la nota aquí.