En la actualidad el desempleo juvenil es uno de los mayores problemas en la Unión Europea, especialmente en países como Italia, España o Portugal, donde alrededor del 40 por ciento de los jóvenes no encuentran trabajo. Sin embargo, la industria europea del calzado, que paradójicamente se concentra en estos países del sur de Europa, se encuentra en un momento en el que reclama con urgencia la incorporación de técnicos capaces de desempeñar las nuevas profesiones que la cuarta revolución industrial está generando en el sector.
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