Wolverine Woldwide continúa con la mala racha iniciada en 2015. El grupo estadounidense, uno de los titanes del calzado, contrajo su facturación un 7,3% el año pasado con respecto al ejercicio anterior, hasta 2.494,6 millones de dólares (2.360,7 millones de euros). El beneficio de la empresa fue de 87,5 millones de dólares (82,8 millones de euros), lo que supuso una caída del 29%.
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