La llegada del verano es sinónimo de cambios. Ya sea en el ritmo de vida, -muchos son los afortunados que hacen las maletas escapando así de la rutina,- o simplemente en las prendas de vestir que usamos. Y es que durante la temporada estival no solo la longitud de nuestras prendas disminuye, sino que nuestros pies también nos piden un respiro,- ellos también necesitan un poco de sol y liberarse de las altas temperaturas-.
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