Últimamente, a la moda le encantan los trampantojos, y Louis Vuitton ha tomado buena nota. Las piezas a modo de ilusión óptica han hecho furor en las pasarelas y muchos han sido los diseñadores que han tomado siluetas cotidianas –batas, abrigos, zapatos de tacón– y les han dado un giro surrealista.