Las empresas, como agentes partícipes de la sociedad y del entorno en el que operan, tienen la responsabilidad de hacerse cargo del impacto que generan sus negocios en la sociedad y el medioambiente. De tal manera, las marcas sostenibles son aquellas que asumen su responsabilidad y deciden comprometerse con el cambio. De ese concepto derivan dos cuestiones principales en las que las marcas deben estar pensando:
a)Un negocio más sostenible es más rentable -a corto y largo plazo-
b)La mayoría de la gente se preocupa y presta mucha atención a las medidas que toman las marcas en relación con el clima.