ECONOMÍA:Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al II/20

 

 

 

Agencia GAEAP. 31/07/20.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) da a conocer los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública correspondientes al segundo trimestre de 2020. A continuación se presentan los puntos más importantes del reporte:

Resumen ejecutivo

o Hacia el final del segundo trimestre se observaron signos de mejoría parcial de la economía global, en línea con la reapertura iniciada por distintos países. La velocidad de la reactivación es todavía incierta, debido entre otros factores a la persistencia de la pandemia del COVID-19; la incertidumbre sobre el momento en que estará disponible una vacuna o tratamiento para la enfermedad, que permitan una reapertura amplia y segura; y el resurgimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

o Los mercados financieros internacionales recuperaron la mayor parte de las pérdidas del primer trimestre y la volatilidad disminuyó notablemente, derivado de las medidas implementadas por gobiernos y bancos centrales de todo el mundo.

o En México se observó una disminución significativa de la actividad económica en el segundo trimestre, aunque con señales de mejoría en junio, particularmente en el comercio exterior y en los sectores de construcción y manufacturas, que por sus características reanudaron actividades.

o En la parte financiera, durante el segundo trimestre se observó una apreciación del peso, disminución en la prima de riesgo de los bonos gubernamentales y una mejoría en los mercados accionarios, entre otros resultados positivos que muestran tanto el efecto de las medidas para proveer liquidez a los mercados y asegurar el funcionamiento ordenado del sistema financiero, como la confianza en los fundamentos macroeconómicos de nuestro país.

o En este marco, destaca la conducción de las finanzas públicas del Gobierno de México, orientada a asegurar la sostenibilidad de largo plazo y a preservar la estabilidad, que se manifiesta en un superávit primario de 61 mil 196 millones de pesos y en un déficit público menor al programado en 17 mil 753 millones de pesos.

o Los ingresos tributarios aumentaron 0.1% real anual en el primer semestre de 2020, en un entorno económico sumamente complejo, resultado que se compara positivamente con lo experimentado en contracciones económicas previas, y que se explica por los cambios implementados durante esta administración para fortalecer permanentemente el cumplimiento de los contribuyentes y combatir los espacios de evasión, aumentando así la recaudación manteniendo el marco fiscal.

o En el primer semestre de 2020 los ingresos no tributarios se incrementaron 65.2% real anual, derivado del uso de activos financieros para financiar las actividades gubernamentales sin recurrir a endeudamiento adicional.

o Los ingresos petroleros disminuyeron 41.3% real anual en enero-junio, a pesar de un aumento de 1.7% anual en la producción de petróleo, debido a la drástica caída en el precio del bien y en el consumo de hidrocarburos y combustibles. Esto explica la contracción de 3.7% real anual en los ingresos presupuestarios totales.

o El gasto programable de la Administración Pública Centralizada se incrementó en 7.8% real anual y la inversión física en 16.0% real anual. Lo anterior está ayudando a atender la emergencia sanitaria y a proteger la economía de hogares y empresas, complementado con diversas medidas financieras y regulatorias.

o El gasto no programable decreció 3.2% real anual en enero-junio, debido a la caída de 7.4% real anual de las participaciones a los Estados. Estos han recibido 21 mil 91 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) para compensar lo anterior y permitir la ejecución adecuada de sus programas y proyectos.

o El aumento en el gasto programable, de 4.4% real anual en el primer semestre del año, condujo a un incremento del gasto neto pagado total de 2.1% real anual en el mismo periodo.

o La política de manejo proactivo y flexible de la deuda pública permitió cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal en condiciones favorables, mejorar el perfil de vencimientos y asegurar el buen funcionamiento y liquidez en los mercados de deuda. Al cierre de junio, la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 9 billones 300 mil 79 millones de pesos, con una evolución alineada a los objetivos de la política fiscal para este año.

o Por su parte, la deuda neta del Sector Público se situó en 12 billones 335 mil 962 millones de pesos y el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) ascendió a 12 billones 73 mil 416 millones de pesos, donde el 68.0% del aumento respecto a la cifra de 2019 se debió a un efecto de valuación por la depreciación del peso frente al dólar de Estados Unidos.

Situación económica

Los datos del final del segundo trimestre mostraron signos de recuperación parcial de la economía mundial, conforme se reactivaron las actividades productivas tras las medidas de cierre implementadas para mitigar la pandemia de COVID-19, si bien en general no se recuperaron los niveles previos a la pandemia o los observados al cierre de 2019.

 

Luego de contracciones en marzo y abril, la producción industrial en Estados Unidos repuntó en mayo y nuevamente en junio, con tasas mensuales de crecimiento desestacionalizadas de 1.4 y 5.4%, respectivamente.

 

Asimismo, las ventas al menudeo crecieron a tasas desestacionalizadas de 18.2 y 7.5% en dichos meses, respectivamente. Además, el empleo no agrícola recuperó 7.5 millones de empleos en el bimestre mayo-junio, al tiempo que la tasa de desempleo bajó a 11.1% en junio desde 13.3% en mayo.

En la zona del euro la producción industrial y las ventas al menudeo repuntaron en mayo, con tasas de variación mensuales desestacionalizadas de 12.4 y 17.8%, respectivamente. En China la producción industrial exhibió en junio una tasa mensual de crecimiento con cifras desestacionalizadas de 1.3% y se encuentra en niveles superiores a 2019, pues la tasa anual fue 4.8%. Las ventas al menudeo también mostraron un crecimiento favorable en junio, con una tasa mensual de 1.3% con cifras desestacionalizadas. Los PMIs manufacturero y de servicios registraron los niveles más altos en lo que va del año, superiores incluso a los observados al cierre de 2019, al ubicarse en 50.9 y 54.4 puntos, respectivamente.

 

Por su parte, las principales variables financieras registraron una mejora durante el segundo trimestre, resultado de las medidas convencionales y no convencionales ejecutadas por los bancos centrales de economías avanzadas y emergentes, así como de mayor confianza sobre las perspectivas económicas.

Al cierre de junio, los índices MSCI para mercados accionarios de economías emergentes y avanzadas habían recuperado 66 y 79%, respectivamente, de las pérdidas registradas entre el cierre de 2019 y el 23 de marzo de este año, punto en el cual registraron un mínimo.

 

Además, el índice de volatilidad de mercados financieros VIX registró una disminución de 63.2% al cierre de junio desde el máximo alcanzado el 16 de marzo, de 82.7 puntos.

 

Más aun, el riesgo país en economías emergentes, medido por el índice EMBI Global tuvo una reducción de 143.7 puntos en el segundo trimestre de 2020, luego de haber aumentado 300 puntos durante el primero.

 

En línea con el contexto mundial, la información económica disponible para México indica una mejoría hacia la última parte del segundo trimestre, asociada a la reapertura gradual de la economía. No obstante, al considerar todo el periodo se observó una reducción significativa de la actividad económica, derivada de las medidas de confinamiento y distanciamiento social para evitar la propagación del COVID-19.

 

La estimación oportuna del PIB del segundo trimestre, ajustada por estacionalidad, muestra una contracción de 17.3% con respecto al primer trimestre de 2020 y de 18.9% anual, cifra que junto a los datos disponibles sobre ocupación y empleo manifiestan la situación sin precedentes que se experimenta en México y a nivel global, y que afecta tanto a la demanda como a la oferta.

 

Lo anterior implica una disminución anual en el primer semestre de 10.2%. Al interior se observó un incremento de 0.3% en el sector primario, mientras que los sectores secundario y terciario se contrajeron en 14.4 y 8.2%, respectivamente.

 

Pese a la caída en la producción total, durante mayo y más acentuadamente en junio se observó una recuperación significativa en sectores clave para la economía. En este último mes, con cifras mensuales desestacionalizadas, la producción y ventas internas de vehículos ligeros y camionetas se incrementaron como resultado del reinicio de actividades.

 

Las exportaciones petroleras, no petroleras y manufactureras mostraron una mejoría notable en junio, de acuerdo con la información oportuna disponible, con incrementos mensuales desestacionalizados de 49.7, 76.9 y 83.6%, respectivamente.

 

Además, las importaciones aumentaron 22.2% a tasa mensual desestacionalizada, donde destaca el incremento de 27.2% en los bienes de uso intermedio, altamente relacionado con el repunte de las exportaciones manufactureras. Esto refleja la integración de las cadenas de valor de Norteamérica, que ha sido reforzada por la entrada en vigor el 1 de julio del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

 

En materia de empleo, en el sector de la construcción se recuperaron 98 mil 53 puestos formales en junio respecto al mes previo, 37.4% de aquellos perdidos en el periodo marzo-mayo. Hacia adelante se enfrenta el reto de reinsertar a los trabajadores formales e informales que quedaron desempleados y los que reportaron haber dejado la fuerza laboral, así como de asignar mejor a los que por causas involuntarias trabajan menos que lo que desearían.

 

En el mismo mes se enlistaron 2 mil 823 empleadores más al IMSS, 28.3% de los que salieron en abril y mayo. Finalmente, los salarios contractuales de jurisdicción federal registraron un aumento nominal anual de 4.9% durante abril-junio y fueron superiores a los del mismo periodo del año previo en 2.0% real.

 

Apoyadas por lo anterior y por niveles históricos de remesas, que en enero-mayo aumentaron 10.4% respecto al mismo periodo de 2019, las ventas de tiendas departamentales y de autoservicios registraron crecimientos en mayo y junio, con cifras mensuales desestacionalizadas.

 

En lo que se refiere a precios, la inflación general y la subyacente registraron tasas anuales de 3.3 y 3.7% al cierre de junio, respectivamente, con lo cual se ubicaron por 13 y 27 meses consecutivos dentro del rango de variación del Banco de México para la meta de inflación, respectivamente. Lo anterior y el firme anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo brindaron espacio para una reducción de 150 puntos base en la tasa de referencia, que terminó en 5.0% al final del trimestre.

En un entorno de expansión monetaria y fiscal sin precedentes en los países avanzados, en el segundo trimestre se dio una recuperación parcial del apetito por activos de riesgo de los mercados emergentes en general y de México en particular. La intervención de la SHCP, el Banco de México y la Comisión de Cambios fue clave para asegurar el funcionamiento ordenado de los mercados financieros, proveer de liquidez al mercado cambiario y reducir su volatilidad.

La prima de riesgo, medida por la permuta de incumplimiento crediticio (credit default swap) del bono gubernamental en dólares a 5 años, disminuyó 151.4 puntos base entre el máximo de 309.9 puntos, registrado el 27 de abril, y el cierre de junio. No obstante, los niveles de riesgo aún se encuentran por arriba del nivel observado a inicios del año. También destaca la ganancia de 9.2% en el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores durante el segundo trimestre, lo cual muestra una recuperación parcial luego de haber disminuido 20.6% el trimestre previo.

Durante el segundo trimestre, el tipo de cambio continuó mostrando una alta volatilidad, aunque ésta fue disminuyendo hacia el final del trimestre. El peso mexicano respecto al dólar se apreció 10.3% entre el 23 de marzo, cuando llegó a un máximo de 25.4, y el cierre de junio. Asimismo, las reservas internacionales alcanzaron un nivel de 189 mil 615 millones de dólares al cierre del trimestre, monto mayor en 8 mil 738 millones de dólares al observado al término de 2019.

En este contexto, durante el año se han revisado al alza las estimaciones sobre la duración del periodo de convivencia con el COVID-19 y de cierre parcial de la economía global, debido a la aceleración en el número de casos de la enfermedad o a rebrotes en distintas partes del mundo, así como a la incertidumbre sobre el momento en que estarán disponibles una vacuna segura y eficaz o un tratamiento efectivo contra la enfermedad.

Lo anterior, sumado al resurgimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China, hace que las expectativas sobre el ritmo de recuperación de la economía mundial y la mexicana durante la segunda mitad del año y 2021 estén sujetas a un elevado grado de incertidumbre.

A su vez, la desconexión entre la mejoría en los mercados financieros internacionales y la de la economía real, que ha sido relativamente más lenta, genera el riesgo de nuevos episodios de volatilidad en los primeros, si la confianza de los inversionistas se deteriora y, con ello, su apetito por riesgo.

Finanzas públicas

Los resultados del segundo trimestre muestran finanzas públicas sólidas, derivadas del aumento en la eficiencia recaudatoria y de la gestión con perspectiva de largo plazo de los recursos públicos. Esto último es particularmente relevante en el entorno de incertidumbre que prevalece respecto a la duración de la pandemia de COVID-19 y, por tanto, del cierre parcial de actividades.

Durante el primer semestre, los ingresos presupuestarios del Sector Público se ubicaron en 2 billones 603 mil 7 millones de pesos, monto inferior en 168 mil 966 millones de pesos a lo previsto en el programa y menor en 3.7%, en términos reales, respecto al primer semestre de 2019. El 79.1% de los ingresos presupuestarios corresponde al Gobierno Federal; el 12.5% a las Empresas Productivas del Estado (Pemex y CFE); y el 8.4% restante a los organismos bajo control presupuestario directo (IMSS e ISSSTE). La disminución de los ingresos del Gobierno Federal se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable.

Los ingresos tributarios sumaron 1 billón 748 mil 786 millones de pesos en el primer semestre de 2020 y aumentaron 0.1% real anual, resultado destacado dado el complejo entorno económico que se atraviesa. Esto se explica principalmente por un crecimiento del Impuesto Sobre la Renta de 1.3% real, reflejo de los esfuerzos decididos para mejorar el cumplimiento de los contribuyentes.

Los ingresos no tributarios de Gobierno Federal fueron superiores al programa en 109 mil 49 millones de pesos y mayores en 65.2% real respecto al primer semestre de 2019, derivado del uso de activos financieros como política para evitar endeudamiento adicional y desequilibrios macroeconómicos durante un periodo particularmente incierto a nivel global en materia económica y financiera.

Los ingresos petroleros del Sector Público se ubicaron en 249 mil 795 millones de pesos, monto inferior en 208 mil 811 millones de pesos respecto a lo programado y en 41.3% real respecto a lo observado en el primer semestre de 2019, debido a los efectos particularmente adversos que han tenido sobre el sector las restricciones a la movilidad y la incertidumbre sobre la velocidad de recuperación.

En el primer semestre de 2020, el gasto neto pagado se ubicó en 2 billones 922 mil 97 millones de pesos, monto mayor al registrado en el mismo periodo del año anterior en 2.1% real e inferior al previsto en el programa en 161 mil 180 millones de pesos.

El gasto programable de la Administración Pública Centralizada se incrementó en 7.8% real anual y la inversión física en 16.0% real anual. Complementadas con diversas medidas financieras y regulatorias, estas acciones ayudan a la economía de hogares y empresas sin generar presiones excesivas sobre las finanzas públicas y desequilibrios macroeconómicos.

El gasto no programable decreció 3.2% real anual en enero-junio, debido a la caída de 7.4% real anual de las participaciones a los Estados. Hasta junio, se autorizaron recursos por 21 mil 91 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) para compensar lo anterior y permitir la ejecución adecuada de sus programas y proyectos.

Al cierre del segundo trimestre de 2020, el balance primario del Sector Público, definido como la diferencia entre los ingresos totales y los gastos distintos del costo financiero, registró un superávit de 61 mil 196 millones de pesos, menor al superávit previsto originalmente de 81 mil 839 millones de pesos. En el mismo periodo, el balance del Sector Público presentó un déficit de 293 mil 251 millones de pesos, que se compara positivamente con un déficit proyectado originalmente para el periodo de 311 mil 4 millones de pesos.

La revisión de las estimaciones de cierre de las finanzas públicas para 2020 considera la información observada a junio, datos disponibles y proyecciones sobre las principales variables macroeconómicas, y cálculos respecto al impacto de las medidas para contener la propagación del COVID-19 sobre el dinamismo de la economía y el presupuesto. Sin embargo, aún existe incertidumbre sobre la magnitud del impacto final, así como sobre los efectos de las medidas de mitigación que se realicen.

En 2020, se estima que los RFSP alcanzarán un nivel de 5.4% del PIB, mayor al déficit de 2.6% del PIB considerado originalmente. El SHRFSP se prevé en 55.4% del PIB en lugar del 45.6% del PIB esperado originalmente, efecto del mayor déficit, la depreciación del tipo de cambio y el menor dinamismo de la economía. Asimismo, el balance primario pasa de un superávit de 0.7% del PIB a un déficit de 0.6% del PIB, resultado de las medidas para enfrentar la emergencia en materia económica y de salud por la pandemia de COVID-19.

Deuda pública

La política para el manejo de la deuda pública durante el segundo trimestre de 2020 se ha caracterizado por ser proactiva y flexible, con el fin de implementar las medidas necesarias para asegurar el buen funcionamiento y liquidez en los mercados de deuda, considerando la incertidumbre que prevalece por los efectos de la pandemia de COVID-19. Las acciones realizadas han logrado mantener un buen funcionamiento del mercado. Esto ha permitido cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal en condiciones favorables y realizar operaciones de manejo de pasivos para suavizar el perfil de vencimientos de la deuda y aumentar la liquidez del mercado cuando se requiere.

En el ámbito del manejo de la deuda externa, destaca la operación de financiamiento realizada el 22 de abril, donde el Gobierno Federal colocó nuevos bonos de referencia en el mercado de dólares por un monto de 6 mil millones de dólares. A pesar de la volatilidad observada en esos momentos en los mercados financieros internacionales, México continuó teniendo amplio acceso a los mercados de capital del mundo. Además, esta fue la colocación de bonos con mayor demanda llevada a cabo por el Gobierno Federal en la historia del país.

En lo que respecta al mercado interno, durante el segundo trimestre se llevaron a cabo tres operaciones de permuta de valores gubernamentales, dos de ellas exclusivas para Formadores de Mercado, por un monto total de 101 mil 900 millones de pesos. En estas operaciones se intercambiaron bonos de largo plazo por instrumentos de corto y mediano plazo. Con estas operaciones de manejos de pasivos, se contribuyó a preservar el funcionamiento ordenado del mercado local de deuda, proveer liquidez y mejorar el perfil de vencimientos de deuda local del Gobierno Federal.

Al cierre del segundo trimestre de 2020, el 74.3% de la deuda neta del Gobierno Federal se encontraba denominada en pesos y el 25.7% en moneda extranjera. El plazo promedio de la deuda interna en valores gubernamentales fue de 7.8 años y el 79.8% de estos se encuentra a tasa fija y largo plazo. El plazo promedio de la deuda externa de mercado es de 18.7 años, al tiempo que el 100.0% de esta, se encuentra a tasa fija.

La evolución de los saldos de la deuda durante el segundo trimestre de 2020 se encuentra en línea con los objetivos de la política fiscal para este año. Al cierre del periodo que se reporta, el saldo de la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 9 billones 300 mil 79.3 millones de pesos. El componente interno neto se situó en 6 billones 913 mil 446.1 millones de pesos; por su parte, el saldo de la deuda externa neta ascendió a 103 mil 895.4 millones de dólares.

En lo que se refiere a la deuda neta del Sector Público Federal, que incluye la deuda neta del Gobierno Federal, de las Empresas Productivas del Estado y de la banca de desarrollo, al cierre del segundo trimestre de 2020, se ubicó en 12 billones 335 mil 962.4 millones de pesos. El componente interno de esta deuda neta se situó en 7 billones 442 mil 520.9 millones de pesos, mientras que el externo ascendió a 213 mil 22.3 millones de dólares.

Finalmente, al cierre del segundo trimestre de 2020, el SHRFSP, indicador que incluye las obligaciones del Sector Público en su versión más amplia, ascendió a 12 billones 73 mil 415.8 millones de pesos. El componente interno se ubicó en 7 billones 263 mil 580 millones de pesos y el componente externo ascendió a 209 mil 382.7 millones de dólares.

 

 

 

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