Una escena de la calle impecablemente recreada hasta el último charco en el asfalto y el panel de vidrio en los edificios de apartamentos con los modelos de Karl Lagerfeld que tomaron la calle en señal de protesta, portando pancartas feministas y coreando consignas, fueron algunos de los elementos que maravillaron a la audiencia que se emocionó ante lo que veían como la pasión política provocada por el artificio de la moda.
Lagerfeld dijo que concibió el espectáculo en pocas horas y supo que París era el esenario siguiente para mostrar su colección. "Pensé que era divertido hacer una demostración sobre un tema que puedo muy bien adaptar,", dijo. "Mi madre era una feminista, y se crió con una historia de eso."
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