Las tendencias apuntan a que el consumidor mexicano busca la seguridad que hasta el momento ninguna empresa garantiza. El robo de identidad de una tarjeta de crédito es el “pan de todos los días” de los mexicanos. Para muestra basta con verificar las cifras proporcionadas por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef).