El desempeño de la actividad económica en el primer trimestre resultó más débil de lo que anticipábamos. Nuestro pronóstico de un repunte en el crecimiento económico durante el presente año se basa principalmente en tres premisas: 1) una demanda externa más fuerte, sobre todo en la manufactura de EUA; 2) una política fiscal expansiva, (asociada con mayor deuda pública); y, 3) la estabilización y recuperación del segmento de construcción de viviendas. En el primer trimestre, estos factores tuvieron un desempeño más débil de lo que anticipamos a principios del año: un clima adverso afectó el crecimiento económico de EUA, mientras que, en nuestra opinión, las cifras de producción industrial de marzo, principalmente las de construcción, no reflejaron aún un aumento significativo del gasto público.
Además, el último reporte de la industria también mostró un crecimiento más lento que nuestra previsión de la producción manufacturera.
Por lo tanto, ahora estimamos que el crecimiento del PIB en el primer trimestre probablemente se ubicó en 2.1%, por debajo del 2.4% de nuestra previsión anterior, a pesar de que en marzo se vio favorecido por el efecto del calendario de la semana santa.
Sobre una base ajustada por el calendario y estacionalidad, estimamos que el PIB creció a una tasa trimestral anualizada de sólo 0.9%, sólo un poco más que el 0.7% del trimestre anterior.
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