Los próximo 16 y 17 de abril el Parlamento Europeo votará a cerca de la obligatoriedad de indicar la procedencia de origen de los productos que se comercializan en la Unión Europea, como, por ejemplo, el calzado. Para muchos fabricantes europeos de zapatos el resultado de esta votación es vital para el futuro del sector, ya que se obligaría a especificar en dónde se ha fabricado cada par que se vende en los mercados comunitarios.
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